Solo quien conoce el silencio puede ser libre.
Para ello uno debe abstenerse primero.
Sin embargo hay personas que nunca silencian
porque tienen miedo a quedarse a solas
con ellas mismas.
Miedo a descubrir quienes son realmente y a no gustarse,
o miedo a tener que enfrentar su verdad
y no poder seguir huyendo de tomar las decisiones que les harían felices.
Este miedo no les permite ser libres.
Cuando conseguimos superar el miedo
y alcanzar ese silencio consciente para el cual vaciamos la mente,
entramos en un estado de meditación.
Somos nosotros quedándonos junto a nuestro propio alma.
Observándola.
Aceptándola.
Amándola.
Somos nosotros siendo libres.
[MicroCuento · Narrativa visual 2009 · Texto Alejandra Lopez
Estilismo: Magalí Fedele
Interpretación: Mirna Fedele]